Para el astrónomo imperial, el movimiento de los planetas era una música que demostraba la perfección divina. Según él, las tres leyes del movimiento debían contribuir a descifrar la partitura del Universo. Y realmente lo hicieron, mucho más incluso de lo que el geómetra llegó a imaginar. El genio premonitorio de Kepler ha fecundado el progreso de la ciencia hasta la elaboración de la mecánica cuántica y sigue fecundándola todavía
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Cartier, Pierre
Kepler y la música del mundo
En: Mundo científico. -- no. 161 (1995)
Para el astrónomo imperial, el movimiento de los planetas era una música que demostraba la perfección divina. Según él, las tres leyes del movimiento debían contribuir a descifrar la partitura del Universo. Y realmente lo hicieron, mucho más incluso de lo que el geómetra llegó a imaginar. El genio premonitorio de Kepler ha fecundado el progreso de la ciencia hasta la elaboración de la mecánica cuántica y sigue fecundándola todavía